El periodo de adaptación es el tiempo que transcurre desde que el niño o niña llega por primera vez a la escuela hasta que ya se desenvuelve con normalidad dentro de ella.
Es importante organizar un adecuado periodo de adaptación para que la entrada en la escuela por primera vez sea lo más placentera posible, ya que en algunos casos es la primera separación que se produce entre el niño o niña y sus figuras de apego.
En dicho periodo es muy necesaria la colaboración de las familias, ya que la adaptación de su hijo o hija viene determinada, en gran medida, por asumir la separación. Sus temores, expectativas, su ansiedad, su confianza en las posibilidades del niño o niña… pueden ser transmitidos a sus hijos o hijas.
La escuela supone una oportunidad para crecer y madurar, para afirmarse en su propia identidad e iniciar, de este modo, el conocimiento y la adaptación al mundo exterior.
Acompañamos al niño o niña durante este periodo para que sea capaz de asimilar los cambios que supone esta nueva actividad en su vida cotidiana y, por tanto, es normal que se presente como un proceso irregular donde podremos observar avances, retrocesos y sentimientos contradictorios de aceptación y rechazo.
Para que este proceso se lleve a cabo de manera adecuada, desde el centro mantenemos una actitud abierta y receptiva, atendiendo a los distintos ritmos de los niños y niñas, tratando de ofrecer una atención individualizada y potenciando su autoestima. De este modo, progresivamente irá adquiriendo seguridad en sus propias capacidades y en el entorno que le rodea.